El 27 de julio entró en vigencia un plan de seis etapas para volver, de manera gradual y progresiva, a la antigua normalidad. Cada una irá extendiendo la capacidad permitida y facilitará la circulación en Buenos Aires, siempre en función de la situación epidemiológica.

En esta primera etapa la circulación dejará de estar restringida y no será necesario un permiso para circular, salvo para el uso del transporte público, donde se suma a los trabajadores de la construcción y donde se seguirá pidiendo el certificado. Además, abrirán 11 estaciones de subtes, llegando así a 80 abiertas de las 90 que tiene la red: Río de Janeiro y Piedras (Línea A); Tronador y Echeverría (Línea B); Moreno y San Juan (Línea C); José Hernández (Línea D); Belgrano y Catalinas (Línea E); Córdoba e Inclán (Línea H).

Los encuentros al aire libre y en el espacio público no tendrán tope de cantidad de personas. Pero sí lo tienen los encuentros en casas y departamentos, donde se permiten solamente 10 personas al aire libre; es decir, en patios, terrazas o balcones.

En los ámbitos culturales, como museos, salas de cine y teatros, la capacidad máxima de las salas se mantiene al 50%, al igual que las celebraciones religiosas en los templos. En los hoteles, el aforo aumenta a un 50% en las zonas comunes y turismo de reuniones. El mismo aforo se extiende a los comercios.

Los gimnasios que cuentan con espacios cerrados pueden aumentar su capacidad máxima al 50%, al igual que los centros de día para adultos mayores y los centros de jubilados, que pueden retomar sus actividades con un 50% de aforo y protocolos.

 

Foto: argentina.as.com