Boston City

San Nicolás
Se encuentra en la galería comercial Güemes (1915). Considerado un edificio de avanzada para su época. La edificación posee un pasaje peatonal interior, de 116 metros de extensión, que une las calles Florida y San Martín y está considerada como el primer edificio de nuestro país construido íntegramente en hormigón armado y como uno de los primeros rascacielos de la Ciudad de Buenos Aires. En uno de los departamentos del sexto piso vivió durante parte de su estadía de quince meses en Buenos Aires, entre 1929 y 1931, el escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry, quien allí escribió el libro Vuelo nocturno.

El bar es muy reconocido en el ámbito bancario y de los espectáculos, en el subsuelo del edificio se hallaba la Radio Libertad, por ello era común la concurrencia de artistas al bar.

En la actualidad, y desde hace casi cincuenta años, el café Boston City, abierto de lunes a viernes de 6:00 a 18:30 horas, atiende una numerosa clientela céntrica, integrada por actores, deportistas, artistas plásticos, oficinistas, ejecutivos y público en general.

El interior de la Boston City es muy interesante. Posee una importante barra central circular con tapa de cristal y frente de mármol con decoraciones geométricas en bajorrelieve. La otra barra, lateral y recta, de granito y madera, es para los tragos. Un pequeño desnivel, elevado, permite otra perspectiva desde sus nueve mesas. De allí, mediante una escalera recta, se llega al nivel superior, que en su planta repite las siluetas de las dos barras mencionadas.

Café con leche con medialunas, pasta frola, alfajores de maicena, palmeritas, bay biscuit, torta de manzana y de ricota, junto a los sandwiches de miga, los tostados, y los de pan negro, francés, árabe o pebete, forman parte de la oferta clásica porteña de la Boston City.

Desde el Café, además del magnífico acceso a los pisos superiores (Entrada Mitre), se puede disfrutar de la Galería Güemes, con sus magníficas pilastras de mármol Botticino importado de Italia, las 36 vidrieras con carpinterías de bronce símil oro, los ascensores, las luminarias y sus dos cúpulas interiores, que lo convirtieron en uno de los edificios que ha sido protegido por el Gobierno de la Ciudad con catalogación estructural.