En una cena, cuatro amigos ponen a prueba una curiosa teoría de un psiquiatra, que postula que los humanos nacemos con un déficit de alcohol del 0.5%. De modo que, para funcionar de manera óptima y para impulsar la creatividad, sería necesario ingerir esa cantidad cada día. Deciden poner la tesis a prueba y los resultados son sorprendentes.
