Gabriel (Federico D’Elia) es el dueño de una empresa que está en venta. Desde sus inicios, creó un presidente ficticio para evitar tomar decisiones difíciles y quedar siempre bien ante sus empleados.
Pero todo se complica cuando unos compradores extranjeros, con exigencias poco comunes, insisten en negociar cara a cara con El Jefe. Ante la posibilidad de perder un gran negocio, Gabriel decide contratar a Cristian (Diego Peretti), un actor desempleado, para que interprete el papel del presidente de la empresa.
Lo que no tuvo en cuenta es que Cristian no es cualquier actor: su especialidad es la improvisación y está dispuesto a llevar su personaje al extremo. Con su propio estilo y sin atarse al guion, el caos está garantizado.
Así se desata una comedia de enredos llena de situaciones insólitas y giros inesperados, donde las apariencias engañan y las carcajadas están aseguradas.
