Chacarita: Desde el histórico cementerio hasta sus murales cinematográficos, caminar por este barrio de contrastes invita a descubrir las viejas costumbres, como sacar las sillas a la vereda para “tomar el fresco” y las de las nuevas generaciones, que eligen lo cultural, el nuevo polo gastronómico o sus bares de whisky, vermut o cerveza tirada.

Villa Crespo: Con sus calles arboladas y de casas bajas, el barrio mantiene su identidad intacta: el mítico Café San Bernardo, la pasión por el tango y muchas de sus paredes pintadas de amarillo y azul en alusión al Club Atlanta, pilar de encuentro social para las familias y amigos del barrio.

Colegiales: El Mercado de Pulgas, el mural de Frida y la plaza Mafalda son algunas de las atracciones que invitan a pasear por este barrio de árboles frondosos, calles empedradas y casas coloniales y modernas.

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