Asociación Cultural Armenia

Palermo
La colectividad armenia llegó a Buenos Aires durante las primeras décadas del siglo XX y se radicó en diferentes barrios, pero la mayor concentración se dio en el actual barrio de Palermo, conocido antiguamente como  “Circunscripción 18”. Desde entonces, la comunidad ha difundido sus costumbres a través de sus instituciones, gastronomía, artistas y personalidades destacadas.

La Asociación Cultural Armenia fue constituida el 27 de noviembre de 1948 como Asociación Civil  y obtuvo su personería jurídica el 19 de enero de 1951. Es una institución sin fines de lucro que trabaja para difundir la cultura y educación armenias en sus distintas expresiones, impulsando los valores solidarios y de diversidad multicultural. Desde 1995 se encuentra abierta a toda la sociedad, transmitiendo valores como el respeto a los derechos humanos y la diversidad, la defensa de la Causa Armenia y la construcción de su identidad a partir de la pluralidad.



En el primer piso, su restaurant es una gran elección si se quiere disfrutar de una rica comida armenia. Con un menú variado y abundante, precios accesibles, en un ambiente relajado y cálido, los felices comensales pueden disfrutar de platos como el arroz Pilav, el strudell de cordero, el sarmá de repollo, la Pashá Boreg o el Glorig Kefté, entre tantos otros, además de degustar sus famosos hummus, tabbulè y empanadas típicas. Los mozos siempre están dispuestos a explicar de qué y cómo está hecho cada plato, que siempre termina con un delicioso postre y café. Los viernes y sábados, además, las veladas completan la magia con un show de danzas armenias y griegas, donde al  final se puede sumar todo aquel que tenga ganas de bailar. 

La Asociación Cultural Armenia, además, es un espacio lleno de arte, historia y cultura; un lugar donde se realizan diversas exposiciones y actividades. Cuenta con un auditorio espacioso y bien iluminado; una cancha de fútbol; una completa biblioteca de historia y cultura armenia de toda América Latina que incluye valiosos libros y documentos y, en el subsuelo, uno de los mejores clubes de tango de la ciudad: La Viruta, academia para principiantes y pista para bailarines, con o sin pareja, todo en un clima de respeto, amistad y armonía.