Casa Watson abrió sus puertas en honor al antiguo hotel de mismo nombre, conservando el edificio histórico, con sus ladrillos, recovecos e historias.
Ubicado en el barrio de Belgrano, resalta a lo lejos por su impresionante fachada que se acompaña además con un sector de mesas y sillas al frente, semi cubierto. Desde ese lugar se perciben los grandes ventanales que conectan y dejan espiar el interior, donde nos encontramos con un salón ecléctico, que nos maravilla por su prolijidad.

De ambiente sereno y relajado, Casa Watson es una opción ideal para una de esas experiencias que nos dejan con ganas de más. En cuanto a los sabores, la carta del lugar nos muestra opciones como el sándwich de pastrami en pan casero integral, mostaza dijón y pepinitos; la hamburguesa de cordero, queso de cabra y cebollas caramelizadas; los ravioles de espinaca al graten; el ojo de bife acompañado de papa al plomo rellena; las ribs acompañadas de batatas fritas y cole slow; o el salmón con crema de rúcula.
Para destacar, exhiben una completa carta de tragos y postres para el final.