En una clásica fonda del barrio de San Telmo se encuentra Desnivel, una parrilla típicamente porteña que asombra por sus económicos precios en relación a la calidad de su materia prima. Carne vacuna de primera, cortes meticulosamente seleccionados y en su punto justo. Es el lugar ideal para aquellos en busca de comer bien y barato.
Su decoración y ambiente es lo de menos. Desnivel se destaca por su cocina y su atención. Consta de un salón pequeño, con mesas apenas separadas, típico de bodegón céntrico. Suele ser frecuentado por contingentes extranjeros en busca de una experiencia gastronómica porteña con todas las letras.
Se recomienda empezar por la provoleta que es simplemente deliciosa. De plato principal es imperdible el bife de chorizo con panceta y morrón, y su abundancia lo califica como un plato para compartir. La calidad de la parrilla hace que cualquier opción de corte sea correcta. Desde la entraña hasta el asado de tira, todo está tierno y en su punto justo. Se recomienda acompañar con una cerveza bien fría.
Desnivel es un famoso bodegón que conserva sus comensales habitué a lo largo de los años. Sus precios llaman la atención por la relación calidad y cantidad de sus platos. Es la mejor opción para los amantes de la carne y aquellos que quieran demostrarle a un extranjero de qué se trata una típica parrilla argentina.