Edificio Kavanagh

El Kavanagh fue durante años el edificio más alto de Sudamérica. En 1936 fue inaugurado este imponente rascacielos de 120 metros de altura en la Calle Florida 1065. Rápidamente se convirtió en un símbolo arquitectónico de Buenos Aires y en 1999 fue declarado Monumento Histórico Nacional por la UNESCO.

Una leyenda cuenta que Corina Kavanagh y uno de los hijos de la familia Anchorena tuvieron un romance. Los Anchorena habrían forzado la ruptura de su relación porque ella no pertenecía a una familia patricia.

Por despecho, la millonaria mandó a construir este edificio, para tapar la vista que los Anchorena tenían desde su casa (el actual Palacio San Martín) a la Basílica del Santísimo Sacramento, que había sido edificada para convertirse en el futuro sepulcro de la aristocrática familia. Hoy la iglesia sólo puede verse desde el Edificio Kavanagh.