Prosciutto es sinónimo de tradición. Sus locales se encuentran instalados en conventillos de cascos históricos de Buenos Aires, edificios que fueron reciclados y que resaltan su influencia arquitectónica italiana, armonizan espacios, crean salones y áreas que hacen un placer su recorrido.

El local ubicado en Balvanera, en la esquina de Junín y Sarmiento, sobresale además por su ambiente relajado con estilo de cantina moderna. La propuesta de Prosciutto es marcadamente italiana.
Cientos de piezas de jamones esperan su turno (un año de estacionamiento) para transformarse en especialidades saborizadas: crudo, serrano, pimienta negra, ajo, páprika o finas hierbas.

Las pastas artesanales son el sello distintivo de esta casa, y su elaboración se realiza diariamente a la vista de los comensales, destacándose los tagliatelle con champignones del bosque, crema y curry o las cintas verdes cortadas a cuchillo con espinaca a la crema y huevos gratinados.
Los mediodías hay muy buenas opciones de menú ejecutivo.