Ubicado en el barrio de Palermo, El Rey del Vino es un restaurante clásico, con un espíritu familiar. El espacio presenta una decoración tradicional, con un salón de amplia capacidad y un detalle importante: sus platos son abundantes. En la entrada al lugar, una simpática pizarra destaca los platos del día. Su cocina es una propuesta que gira en torno a las pastas, la parrilla y toques mediterráneos. De allí, podemos destacar el pulpo, el chivito deshuesado con papas fritas y la tortilla española. Para comenzar nuestra experiencia, las milanesas de muzzarella y el salpicón de atún no defraudan. Hacia el final, un atentado al paladar: tiramisú.
