Uribelarrea

Cañuelas
Este pequeño pueblo, que aún conserva edificios de 1890, es la opción ideal para pasar el día lejos del bullicio porteño sin irse muy lejos. A poco más de una hora de distancia, en Uribelarrea nos esperan su pintoresca arquitectura, su gran oferta gastronómica -que incluye ricos platos de campo- y actividades recreativas como las cabalgatas al atardecer.

Se recomienda empezar temprano, con mates y bizcochitos, y tomar la autopista Ezeiza- Cañuelas. Es imposible perderse porque en la entrada hay un gran arco que reza “Bienvenidos a Uribelarrea”, protagonista de las fotos que se toman los turistas.

¡A largar el mapa y a caminar! Al ser un pueblito turístico muy pequeño se puede recorrer perfectamente a pie, y dejarse llevar por sus callecitas de tierra es un momento mágico y un regalo para los ojos y el corazón: casonas antiguas de bellas fachadas, las típicas pulperías y construcciones antiguas e importantes para los comienzos del pueblo, como la casa donde funcionó la Central de Telégrafos, la casona de 1890 del Club Argentino y también donde solía estar la Tienda La Central.



Por su belleza arquitectónica característica de los pueblos rurales, Uribelarrea fue elegida muchísimas veces como locación de películas y producciones audiovisuales. Como la Iglesia Nuestra Señora de Luján, inaugurada el 18 de diciembre de 1890. De estilo neogótico,conserva los vitraux originales y otros que fueron agregados de 1996 para la filmación de la película "Evita", de Alan Parker. En el Jardín lateral de la Divina Misericordia se puede apreciar una gran estructura de madera con la figura de Jesús. Está ubicada frente a la plaza principal, llamada Centenario, donde los domingos hay feria artesanal y se pueden adquirir los más ricos productos regionales.

Por la avenida Valeria de Crotto, desde San Cayetano hasta la estación, están repartidos numerosos restaurantes y pulperías que son el principal atractivo de Uribelarrea, ya que su oferta gastronómica también está trazada por este estilo tradicional y regional. Muchos lo eligen por sus salames de campo, quesos y asados.



Uno de sus lugares más emblemáticos es El Palenque, un restaurante histórico de campo, ubicado en la esquina de la Plaza Centenario. Este almacén llama la atención por su fachada, que se conserva intacta desde su construcción en 1890, cuando era un depósito de sal para los saladeros de la zona. Actualmente es un bar y una casa de comidas donde se puede disfrutar de platos tradicionales y abundantes como las pastas, de receta italiana, y las carnes asadas, con el costillar como protagonista. ¿El broche de oro? un exquisito flan casero. Otra opción imperdible es la clásica Pulpería El Rancho, donde se pueden encontrar una infinidad de opciones de aperitivos, vermuts y vinos, comidas regionales y peña sábados de por medio con pizza libre.

Después de comer es momento de retomar el recorrido que llega hasta la antigua estación de tren, que si bien mantiene su carácter de pueblo rural, aún funciona. Fue inaugurada en 1892 y conserva el estilo de la época, como el andén de baja altura con su techo de madera, la sala de espera, los bancos y la boletería. Al lado se encuentra el Museo Regional de Maquinaria Agrícola Leopoldo Rizzi y está ubicado en un galpón ferroviario, una estructura que llama la atención desde que se entra al pueblo, ya que en su techo está escrito su nombre. Está abierto sábados, domingos y feriados de 12 a 17 horas y la entrada es gratuita.

A la salida del pueblo se encuentra la Escuela Don Bosco, la primera escuela agrícola de la Argentina. Desde allí se puede ver la Iglesia Don Bosco y el molino. También hay una proveeduría de productos locales elaborados por los alumnos de las escuelas salesianas de Uribelarrea, Mendoza y Misiones.

 

Fotos: diario26.com