Si andan buscando un lugar chic donde se pueda tomar unos tragos excepcionales, no busquen más: el Verne Club, en Palermo Viejo es “su” bar.
Es muy difícil que desde la calle logren adivinar lo que se encuentra detrás de esta morada, un bar retro-futurista que no hará más que sorprenderlos gratamente.
Embelesados por un aire de jazz, se encontrarán con un ambiente de novela de Jules Verne, intimista con inspiración steampunk, con luces tenues, sillones de cuero y muros recubiertos con decoraciones en hierro oxidado.
En este templo del coctel, la carta los invita a viajar continuamente en el tiempo y espacio.
La selección “El faro del fin del mundo”, novela cuya trama se desarrolla en Patagonia, ofrece una gama de bebidas cuyas características se centran en ser de la época de principio de siglo y de la edad de oro de los tragos argentinos; mientras que “Los once sin mujeres”, en referencia a las citas literarias organizadas por Verne en persona, presenta tragos de todas partes del mundo y seleccionados por bármanes internacionales.
En este lugar, los tragos se caracterizan por ser de gran calidad y si ninguna de las opciones les conviene, ¡no se hagan problema! Siéntense en la barra, cerca de la fuente de absenta y observen al “cantinero” Federico Cuco, dueño del lugar, crear un coctel del que sólo él conoce los ingredientes.
Preparado con ingredientes que se utilizan poco en Argentina como la pimienta de Sichuan o el elixir de chartreuse, sólo les queda descubrir los aromas y sabores que él mismo diseñó para ustedes.
¿Tienen ganas de picar algo? Pueden optar por las tapas, picadas o incluso los panchos elaborados por un chef, con unas cebollas caramelizadas que les dan ese toque delicado y tan acorde con las bebidas.
Y para las horas más cálidas, el bar también tiene un patio decorado con las mismas notas que en el interior.
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