En la esquina de Belgrano y Perú, el Edificio Otto Wulff se alza como una joya del modernismo alemán. Construido en 1914 por el arquitecto danés Morten Rönnow, este edificio de estilo Jugendstil deslumbra con sus atlantes, cúpulas verdes y ornamentación simbólica.

Fue sede diplomática del Imperio Austrohúngaro y aún conserva su aura enigmática. Se lo conoce como “la torre de los 680 ojos” por las figuras que decoran su fachada, y es uno de los secretos mejor guardados del barrio de Monserrat.

Pero hay más: cada mes, el edificio abre sus puertas para una experiencia sensorial única. En su salón principal, se realiza una cata de vinos con etiquetas seleccionadas, maridajes porteños y relatos sobre la historia del lugar. Una propuesta que combina arquitectura, sabor y memoria, ideal para quienes disfrutan de los placeres con pausa.