Alojado sobre una esquina del barrio de San Cristóbal se encuentra la propuesta que ofrece Harmony: un restaurante que le da un toque personal a los platos ya considerados como clásicos, entre ellos, milanesas, pastas y pizzas.

Presenta un salón amplio, con muy buena iluminación natural gracias a los ventanales que bordean todo el lugar, y un ambiente moderno y relajado que invita a tomarse un tiempo considerable para comer.

Se destacan las sillas thonet del mobiliario que le dan un toque tradicional al espíritu del lugar.

En cuanto a la carta y sabores de Harmony, las recomendaciones son las rabas a la romana con papas pay y refrito de cebolla (para compartir), como entrada.

De principales, las sugerencias son las pastas artesanales (ravioles caseritos de batata, mozzarella y albahaca en suave crema de quesos fundidos); las milanesas y supremas (por ejemplo la suprema “Del bosque” con mozzarella, champignones, ajo y perejil); y las pizzas (entre ellas, la “Gran Harmony” de salsa de tomate, mozzarella, jamón cocido, morrón, huevos, palmitos, láminas de tomate, champignones y orégano).