Los bodegones son más que restaurantes. Son espacios de recuerdos y sabores. Son el origen de tradiciones ciudadanas, rituales gastronómicos y abundancia de placeres. Son lugares mágicos.
Los bodegones de barrio, legitimados por críticos gastronómicos, volvieron a ganarse un lugar en las salidas de porteños y turistas. Estos restaurantes tienen una marcada impronta detenida en el tiempo: comida casera, porciones generosas, sabor local, mesas sin mantel y un permanente vaivén de mozos de los de antes: los que toman el pedido sin anotar y conocen a los habitués por sus nombres.
Se puede decir que nuestros bodegones son una síntesis de los legados italiano y español: buenos platos de pasta, “minutas” — comidas que se hacen en minutos—, platos a base de mariscos y pescados y la infaltable selección de cortes de carne a la parrilla.
Milanesas, buñuelos, rabas, tortillas, pastas, estofado, cazuelas de pescado, matambre con ensalada rusa, pollo al escabeche, panqueques y flan, la posibilidad de opciones es enorme y tentadora.
¿Ganas de ir a algún bodegón? Aquí, 1o de los imperdibles:
1.EL OBRERO: Agustín Caffarena 64, Barracas.
2.EL ANTOJO: Tinogasta 3174, Villa del Parque.
3.MIRAMAR: Av. San Juan 1999, San Cristóbal.
4.BELLAGAMBA: Avenida Rivadavia 2183, Congreso.
5.MANOLO: Bolívar 1299, San Telmo.
6.OVIEDO: Guatemala 5501, Palermo.
7.LOS ORIENTALES: Av. Rivadavia 3981, Almagro.
8.LA GRAN TABERNA: Combate de los Pozos 95, Congreso.
9.CLUB GIMNASIO CHACABUCO: Miró 750, Caballito.
10.BODEGÓN NUÑEZ: Arribeños 3198, Núñez.