Excelentes cortes de carne y muy buenas sugerencias de vinos son dos de las destacadas cualidades que hacen a la propuesta gastronómica de la Parrilla Don Julio, un lugar cálido y familiar ubicado en el barrio de Palermo.

A través de una arquitectura de corte tradicional, inicia su aventura sobre una esquina con un sector de mesas y sillas sobre la vereda (techado), ideal para los que desean comer al aire libre. En su interior, el salón se muestra cálido y auténtico, con detalles como paredes de ladrillo a la vista, el cerámico original de sus pisos o las botellas que decoran el ambiente.

En cuanto a los sabores de la casa, la carta muestra tentaciones como la provoleta de queso de cabra; el ojo de bife; el bife de chorizo; el bife de cuadril o el churrasquito de cerdo. Además, hay opciones de pastas, ensaladas y guarniciones, junto a elaboraciones dulces para el final. ¿El postre imperdible? el “Suspiro porteño”: una crema de dulce de leche, brownie, nueces acarameladas, merengue de coco y avellanas.