El Preferido tiene lo mejor de dos mundos. Ubicado en una pintoresca esquina de Palermo, quien ingrese por Guatemala encontrará el bar, donde la mayoría come de pie o en banquetas mientras disfruta de un trago y una picada. Quien lo haga por la entrada de Borges, en cambio, se topará con un armonioso restaurante ambientado como un típico bodegón con manteles cuadrillé, sillas cómodas y una atmósfera como de antaño, con arañas que iluminan el lugar, carteles de chapa y el logo del local en la vajilla. Las paredes están revestidas a la mitad con madera y decoradas con estanterías haciendo juego, escudos que pertenecen a regiones de España y un cuadro enorme que devela la receta de la fabada, artista exclusivo del lugar. El último detalle decorativo lo da una pecera.
Como buen bodegón, el lugar ofrece platos abundantes. Si de clásicos se trata, la tortilla española es un hit indiscutido. Pero las opciones son varias y muy interesantes: desde callos a la madrileña, escalopes al marsala hasta rabas, papas españolas, paella y el plato protagonista: Fabada asturiana, un guiso con porotos, panceta, chorizo, morcilla, papa, cebolla y batata. ¿De postre? Clásicos infalibles como la natilla, el arroz con leche o los panqueques con mucho dulce de leche casero.
La calidad de los platos se debe a que están realizados con verduras orgánicas de su propia huerta, conservas caseras y embutidos elaborados por el maestro carnicero Guido Tassi, que se exhiben en una bodega al fondo del comedor.
