Elebar es un espacio especialmente pensado como una cocina de sabores.

Una propuesta de bar de tapas que mantiene una línea clásica con respecto al ambiente y la combina con innovación culinaria.

Ubicado en el barrio de Palermo, exhibe esa calidez que suelen ofrecer los restaurantes que posan sus abrazos sobre una esquina.

Tiene una impronta de bodegón, con sifones antiguos de colores mirando de reojo a una barra que aloja un sinfín de variedades de bebidas alcohólicas, ideal para iniciar la experiencia gastronómica.

Su cocina deambula entre la comida casera y algunas opciones clásicas de tapeo.

Allí se destacan las “Papas Elebar” (con crema de quesos y panceta crocante) o la provoleta grillada, como opciones de entrada.

Luego podemos hacerle frente al tapeo (salchichas con panceta, boconccino con jamón crudo, chicken finger con mousse de palta, rabas provenzal, mollejas al limón y verdeo, y papas con huevo frito); o avanzar a través de la milanesa de quinoa gratinada con arroz oriental, los ravioles de calabaza gratinado a los cinco quesos (gruyere, roquefort, pategrás, parmesano y mozarella), o el lomo en crema de panceta y puré de papa con almendras, albahaca y tomates confitados.

Y para terminar nuestra agradable experiencia, nos tentamos con la marquise de mousse de chocolate con moras.