Las playas de Montevideo son características por sus finas y blancas arenas y las calmas aguas del Río de la Plata.

Junto con sus 30 kilómetros de rambla constituyen uno de los principales atractivos de Montevideo.

Cerca del 60% de los montevideanos veranea en Montevideo.

La capital es, además de una ciudad-puerto, una ciudad-balneario.

Su playa más concurrida es, desde hace casi cien años, la de Pocitos.

En la zona este se suceden las playas Ramírez, Pocitos, Puertito del Buceo, Buceo, Malvín, Honda, Ingleses, Mulata, Carrasco y Miramar.

En la zona oeste, más lejana al Centro y por ello menos concurrida, aparecen Punta Espinillo, La Colorada, Pajas Blancas, Zabala, Punta Yeguas, Santa Catalina, Nacional y Cerro.

La Intendencia mantiene el control microbiológico de la calidad de las aguas.

Esta rutina se ha ampliado y modernizado, llevándose a cabo diariamente a lo largo de todo el año en forma coordinada por parte del Laboratorio de Higiene Ambiental.

Además del servicio de guardavidas, todas las playas habilitadas tienen asegurada la cobertura de salud y el cuidado de los bañistas a través de puestos de primeros auxilios y atención médica de urgencia y emergencia.

En el verano, además de disfrutar del sol, arena y mar, se brindan espectáculos y se ofrecen clases de actividades físicas para todas las edades.

El Programa Verano consiste en actividades variadas, que integran al conjunto de la familia, no sólo a lo largo de toda la costa, sino también en plazas y parques.

En distintos puntos de las playas desde Pajas Blancas hasta playa Verde, se instalan módulos deportivos y se trabaja en dos áreas recreativas, una dirigida a niños y otra a jóvenes y adultos.

Los recitales que se llevan a cabo a lo largo de la costa marcan la nota musical del verano.

La rambla montevideana es uno de los principales puntos de encuentro para los amantes de las actividades deportivas y recreativas al aire libre.