Soria es un lugar distinto. Con su encanto y estilo único logra destacarse en una zona donde los bares abundan. Se encuentra en Gorriti 5151, a metros de la concurrida Plaza Serrano, un clásico punto de encuentro. Es un espacio de desconexión para cambiar de aire, ya que literalmente está rodeado de altas medianeras que pintan de verde la noche porteña.
Es muy fácil de encontrar porque su fachada está pintada con muchas bandas de colores y ya desde la vereda se puede ver el verde de los árboles y las enredaderas que asoman por arriba del techo. El bar está ambientado como un patio enorme, con mesas altas y bajas y algunas grandes comunitarias. Afuera hay un patio muy cool y silencioso, mientras que adentro el clima es más urbano: sillones, muestras de arte y, por supuesto, música.
La protagonista de Soria, la barra, se encuentra en el lateral y ofrece los mejores cócteles de autor. Además, en la barra se crean las cajitas mágicas, una brillante idea que surgió gracias a la pandemia para llevar el bar a los hogares. Son boxes con botellitas de bebidas alcohólicas y los preparados que acompañan: las hierbas que le dan el toque y, por supuesto, la receta para que no falle.
La oferta gastronómica no se queda atrás e incluye abundantes platos con sabores sofisticados como el risotto de calabaza; los gnocchi Gua Bao, que también tienen su versión veggie; las gírgolas mágicas salteadas al hierro con maíz cancha, cebolla morada y rabanitos, y también platos más informales que van mejor con una cerveza, como las hamburguesas o fingerfood de langostinos empanados. Si bien todas las opciones son muy tentadoras, hay un dato al que no se le puede escapar: dicen que Soria tiene las mejores croquetas de espinaca de Palermo, apanadas en panko y bañadas con una salsa bechamel.
Soria es un lugar de encuentro, música con DJ sets o músicos invitados en vivo y espíritu comunitario que abre sus puertas a todos, también a nuestros amiguitos de cuatro patas.
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