Jardín Japonés

Palermo
jardín japonés
Para muchos, el Jardín Japonés de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es un lugar de ensueños, un lugar mágico donde la paz y la armonía abundan, ofreciendo a sus visitantes una experiencia para atesorar en sus corazones. Su tranquilidad hipnotizante y riqueza natural, contrasta con el caos de la ciudad. Haciendo que los visitantes se olviden de lo cotidiano y se detengan a realizar un camino interior.

Fue inaugurado el 17 de mayo de 1967, proyectado y construido por la colectividad japonesa, para luego ser donado por intermedio de la Embajada del Japón, a la Municipalidad de Buenos Aires. En agradecimiento al pueblo argentino por ser el país que le abrió sus brazos en tiempos de inmigración.

Podemos considerarlo un museo viviente, donde los caprichos de la naturaleza se mezclan con la mano del hombre. Deleitándonos en cada momento del día a medida que la luz se hace más clara o más tenue. Desde delicadas flores de cerezos en julio, violetas nenúfares en verano, brillantes hojas amarillas del ginkgo biloba en otoño, hasta caminos de gigantescas azaleas en septiembre hacen que cada estación del año, posea su encanto y muestren el transcurrir del tiempo, el transcurrir, de la vida misma. Algunos pueden recorrerlo media hora, otros, en cambio, pueden pasar horas y horas contemplando y saboreando esa síntesis de la naturaleza, ese microcosmos de paraíso. Dependerá de cada uno, experimentar el silencio, permitirse sentir y respirar ese aire puro que nos regala, el Jardín Japonés de Buenos Aires.

El Jardín Japonés representa un típico parque de Japón, con sus lagos, puentes y cascadas, tiene muchas especies de plantas y árboles para conocer. También tiene un lugar para la gastronomía.