El barrio de Recoleta tiene manzanas donde se respira París. En sus viejas épocas, las familias solían vivir en casas de origen colonial con un toque de estilo italiano. Luego se mudaron en masa para vivir entre parquets, mármoles, muebles, cortinados, óleos y esculturas, todo importado de Francia. Esto se dio en diferentes capitales de Sudamérica entre fines del siglo XIX y principios del XX, pero en Buenos Aires se vivió con tal intensidad y magnitud que poco a poco empezó a ser bautizada como “la París de América del Sur”.
Por esta razón llama la atención en este circuito son sus palacios, embajadas, teatros y edificios ornamentados, calles adoquinadas y pintorescos cafés. Los invitamos a perderse por la Avenida Alvear.
La pedaleada sigue por avenida Figueroa Alcorta donde nos encontramos con la Facultad de Derecho, fundada en 1821 y que ocupa una superficie de 40 mil metros cuadrados. A pocas vueltas de pedal ya estamos en uno de los parques más lindos de Buenos Aires: la plaza Naciones Unidas, donde nos vuelve a sorprender la arquitectura con la Floralis Genérica, creada por el arquitecto argentino Catalano e instalada en el 2002. Es una escultura de acero inoxidable y aluminio de 20 metros de alto. Su nombre es en homenaje a todas las flores e intenta reflejar el dinamismo de nuestro tiempo.
Siguiendo por Figueroa Alcorta nos vamos a chocar con el Planetario. El parque que se encuentra enfrente del Planetario Galileo Galilei da inicio al Parque Tres de Febrero. En los que se encuentra El Rosedal y Los Bosques de Palermo. El Rosedal, tienen más de 80 hectáreas siendo uno de los parques más grandes de la ciudad con dos lagos artificiales. Teniendo más de 12 mil rosales y los bosques cuentan con 12 mil árboles.
¿Estás listo para recorrer Buenos Aires en bici?
