Schwartz & Berg vibró en el corazón de Brooklyn hasta 1985, teniendo como valores la excelencia de sus ingredientes, su exquisita preparación y la calidez del servicio personalizado.
A mediados de los 80 emigraron a la Argentina y hoy sus herederos homenajean aquella experiencia con su propuesta gastronómica en el barrio de Palermo.
¿La misión? Compartir la pasión y lo que mejor saben hacer: cocinar.
Schwartz & Berg nace sobre una casona de mediados del siglo XX, reciclada y decorada para lograr una ambientación cálida y confortable.
El salón y su terraza de jardines verticales crean un ambiente ideal para atender a los comensales de la mejor manera.
En cuanto a los sabores, las recetas fusionan la cocina de Europa central y New York, con los sabores latinos.
La especialidad de la casa es el hot pastrami (macerado en especias por siete días, cocinado y ahumado en hornos especiales); latkes de papa con salsa agria; bagel casero con salmón ahumado y queso philadelphia; hamburguesa gourmet; Berg and Club (versión sabrosa del sándwich de pollo); o el wrap de lomito.
